¿Buscas asesoramiento legal en internet?
Nadie duda; buscamos información en internet para dar respuestas a nuestras dudas.
En este paradigma, ninguna ciencia o conocimiento puede escapar de la información generada por billones de webs y usuarios que componen internet. En consecuencia, la doctrina y práctica del Derecho cuenta con una porción dentro de este “mundo de la información”.
Como en toda reunión de información, existe la desinformación. La desinformación es una mala información, con el riesgo de generar un perjuicio al receptor.
Centrándonos en el Derecho, la gran cantidad de información que se genera en internet sobre este ámbito origina una gran desinformación. Y cuanto menos conocimiento se tenga del Derecho, más desinformación se recibirá.
La desinformación no tiene porqué provenir del engaño, tampoco de una información errónea. En el ámbito del Derecho, el simple cambio de receptor puede convertir una información en desinformación. Sirva lo vivido por quien suscribe durante la preparación de un máster como claro ejemplo de lo anterior:
Se expuso un problema jurídico por el profesor para que los alumnos encontráramos una solución legal. Las soluciones fueron expuestas con más o menos acierto, hasta llegar a la exposición de un alumno que parecía haber encontrado la mejor de las soluciones. Esta solución estaba amparada en una Ley. El profesor, sorprendido por la existencia de una Ley que daba una respuesta contundente y clara al problema, preguntó al alumno sobre su origen. La mayor de las sorpresas, tras un estudio de su contenido, llegó cuando el profesor, junto con el resto de los alumnos, se percató de que la Ley aplicada se había emitido por el Congreso de la Nación Argentina.
El alumno había buscado en internet posibles soluciones al problema propuesto por el profesor. La información que extrajo de internet era totalmente válida para una persona que pretendiera resolver el caso en Argentina, pero en España la información carecía de valor. De esta manera, la información se convirtió en desinformación para el alumno, que creyendo haber encontrado la solución, encontró un perjuicio mayor.
Es imposible a través de internet encontrar en el ámbito del asesoramiento legal una respuesta completa, incluso cuando acudimos a fuentes de información profesionales. ¿Por qué?
Para obtener una respuesta completa es necesario valorar las circunstancias individuales de quien formula la pregunta.
Esto se debe a que incluso la pregunta, o noción del problema por la que se acude a internet, puede estar mal formulada. También porque se pueden estar obviando datos muy relevantes, debido al desconocimiento de su importancia por parte del interesado.
“Verse reflejado uno mismo en la información jurídica obtenida a través de internet no implica ciertamente que la misma pueda aplicarse”
A modo de ejemplo y comparándolo con la medicina, se puede acceder a internet para buscar remedios contra la gripe, cuando en realidad estamos sufriendo otra dolencia. O se puede entrar en una web con una información totalmente fiable, donde se enumeran una serie de síntomas con los que verse reflejado, pasando por alto otros más importante de cara a un diagnostico. Solo acudiendo a un profesional de la salud se podrá obtener una respuesta fiable, completa.
Existe información de calidad en internet, y hay que valorarla, pero no es suficiente para obtener un asesoramiento legal completo. Cualquier respuesta estará incompleta sin un asesoramiento personal llevado a cabo por profesionales que sepan juzgar las circunstancias individuales de quien plantea la cuestión.
Emiliano Cacabelos Otero